En esta edición

Edición 129 Julio 2014

Investigaciones sobre enfermedades infecciosas
son reconocidas mundialmente

Dr. José Gilberto Montoya

En 1986, cuando estudiaba Medicina y Cirugía en la  Universidad del Valle, José Gilberto Montoya, quien se  convertiría en uno de los colombianos más reconocidos internacionalmente por sus aportes al campo de las  enfermedades infecciosas, tomaba los exámenes para la validación de su título médico en los Estados Unidos, sin  entender muy bien su utilidad y esperando evaluar con los resultados si había aprendido "lo suficiente" durante la carrera, como para aplicar a una beca de posgrado.

En las universidades de los Estados Unidos solo becan a los  residentes de especialidades médicas con altos puntajes en el examen como los que obtuvo el doctor José Gilberto,  accediendo así a una beca para realizar su residencia en Medicina Interna en la Universidad de Tulane, en donde  comenzó sus investigaciones sobre toxoplasmosis, campo de estudio en el que ha hecho sus mayores aportes.

En la Universidad de Tulane, el doctor Montoya fue premiado por los docentes y estudiantes de la Escuela de  Medicina con el "Outstanding Intern Award" y el "Outstanding Senior Resident Award" en 1990.

Luego de su  residencia, realizó una estancia posdoctoral en la División de Enfermedades Infecciosas y Geográficas de la Universidad de Stanford de Estados Unidos, institución que cuenta con 27 Premios Nobel entre sus egresados. Allí comenzó a trabajar en estudios sobre la carga viral -mediciones de cantidad de virus que puede  haber en una persona- y en el Virus de Inmunodeficiencia Humana -VIH- que en la década de 1990 era un nuevo  campo de estudio médico. Al doctor Montoya le fue asignada, de manera aleatoria, la medición de la carga viral del VIH en el ADN de las células. La investigación le mostró que la medición de la carga viral más certera se  encontraba en el ARN de las células y por eso sus investigaciones en VIH no continuaron.

Posteriormente, el doctor Montoya se convirtió en el médico internista de confianza del doctor Jack Remington, el experto en toxoplasmosis más reconocido en el mundo y con el tratamiento de sus pacientes, comenzó su camino en la investigación de esta enfermedad.

El talento de Colombia en el mundo

El doctor José Gilberto Montoya es mundialmente reconocido por sus aportes en la investigación de las  enfermedades infecciosas, especialmente la toxoplasmosis. Hace parte del libro "100 colombianos, el talento de Colombia en el mundo", realizado con el apoyo de Marca País, una estrategia gubernamental para que destacar a  los 100 colombianos con mayor reconocimiento internacional y posicionar una imagen positiva de Colombia en el mundo.

Imagen microscópica del Toxoplasma Gondii

A lo largo de su carrera ha sido merecedor de doce premios otorgados por sus estudiantes como reconocimiento a   la calidad y la excelencia de su labor como docente: "The Department of Medicine Outstanding Teaching Award" de la Universidad de Tulane en 1990. Y los concedidos por el Departamento de Medicina de la Universidad de Stanford: "The Award for Advising Medical Student" en 1995. "The Award for Excellence in Clinical Teaching" de la  Stanford University en 1995 y 1997. "The Award for Excellence in Clinical Teaching" en 1998, 2000, 2001, 2002 y 2003.

El doctor Montoya lidera actualmente una investigación sobre el Síndrome de Fatiga Crónica, SFC, un desorden que causa fatiga extrema no remediable con reposo, que interfiere en las habilidades y capacidades de las personas afectadas y su relación con agentes infecciosos. EL SFC es uno de los más controversiales, inexplorados e incomprendidos campos de la medicina actual, tanto que su existencia no es aceptada por muchas comunidades médicas en el mundo.

Igualmente sigue adelante con sus investigaciones sobre la toxoplasmosis, principalmente en mujeres  embarazadas, pacientes en las que la enfermedad se comporta de manera agresiva, afectando la salud del bebé por nacer. El objetivo de sus investigaciones es lograr que sus resultados se apliquen a las medidas de tamizaje y  tratamiento para las mujeres infectadas, pues en Colombia no hay programas reconocidos por las EPS, para que la mujer embarazada tenga la posibilidad de detectar si su bebe está en riesgo de adquirir la enfermedad.