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Dispositivos
de medición
inteligente de
energía
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Sistemas
Inteligentes de Medición
de Energía
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El
profesor
Eduardo
Caicedo Bravo,
de la Escuela
de Ingeniería
Eléctrica y
Electrónica de
la Universidad
del Valle, y
su equipo de
trabajo, son
pioneros en el
desarrollo de
sistemas
inteligentes
de medición de
energía en el
país.
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»
Maria Alejandra
Álvarez Ayala
En
Colombia y en la mayoría
de países
tercermundistas existe
una complicada
problemática con los
asentamientos de
viviendas subnormales
que no tienen una
adecuada planeación
tanto arquitectónica
como vial. Las redes
eléctricas, diseñadas
por las empresas de
energía, son apropiadas
de forma fraudulenta por
gran número de usuarios
informales sin que la
empresa logre
detectarlos.
Este fenómeno de
pérdidas no técnicas de
energía, afecta a la
empresa que suministra
el fluido eléctrico y a
los mismos usuarios.
Según los indicadores
del Banco Mundial, para
el año 2008 Colombia
registraba perdidas en
los sistemas de
transmisión y
distribución de energía
del 19.3%, cifra muy por
encima del promedio
mundial.
Las redes eléctricas son
enormes tejidos que
cobijan una ciudad, un
departamento, un país e
incluso llegan a cobijar
todo un continente.
Conocer el modo de
consumo individual, es
decir, la forma como se
comporta cada una de las
casas que hacen parte de
este gran tejido
eléctrico, es una tarea
sumamente difícil y
costosa con los sistemas
tradicionales de
medición con que operan
actualmente las
empresas.
El equipo de
investigadores de la
Universidad del Valle
está desarrollando
dispositivos de medición
inteligente de energía,
un sistema de medida
remota que permite a las
empresas eléctricas
hacer una lectura
detallada del consumo
domestico desde un
centro de control; los
contadores tradicionales
no están en la capacidad
de realizar este tipo de
mediciones.
El proyecto busca que
haya un control en la
pérdida técnica y no
técnica de energía, un
mejor conocimiento del
usuario en sus hábitos
de consumo y una mayor
eficacia del sistema.
También se busca
contribuir con la
reducción del
calentamiento global,
puesto que si hay mayor
eficiencia en la
distribución de energía,
se estarían mermando las
pérdidas y, por ende,
habría una disminución
en las temperaturas
ambientales y en la
emisión de CO2.
Quizás una sola cuerda
no haga la diferencia,
pero si se reduce la
temperatura a toda la
red de energía eléctrica
que es de miles de
kilómetros de extensión,
sí se estaría gestando
un fenómeno de cambio.
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El
profesor
Eduardo
Caicedo Bravo
(segundo de
izq a der)
y su equipo de
trabajo.
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Este nuevo sistema de
medición eléctrica
cuenta con la capacidad
de almacenamiento de
información, no sólo
respecto al consumo por
parte del usuario sino
que también registra el
número de veces que ha
sido suspendida la
energía en la casa, el
máximo y mínimo de
carga, el valor
promedio, su desviación
estándar en el
comportamiento y las
razones de fallo en el
sistema, ya sea a causa
de un corto doméstico o
un error en el
transformador.
Además, se podría
establecer un patrón por
estratos, por ciudades,
por barrios, por
regiones, por la época
del año, por la altitud
sobre el nivel del mar.
Los consumos varían de
acuerdo a todas estas
características; para
las empresas eléctricas
sería de utilidad el
conocimiento de estas
variantes.
La energía eléctrica
cuenta también con
variaciones de consumo
según las horas del día.
Hay horas pico y horas
en las que muy pocas
personas consumen. Al
conocer estos cambios,
la empresa de energía
podría estar ofreciendo
tarifas diferenciadas de
consumo dependiendo de
la hora en que se
utilice y así lograr que
el consumo sea más
homogéneo. Otra
alternativa es el
servicio de energía
prepago, que con
los sistemas de medición
inteligente entraría,
posiblemente, con mayor
fuerza en el mercado.
La cultura del no pago
es nociva tanto para la
empresa de energía como
para el usuario que está
haciendo el fraude. Las
conexiones hechizas son
altamente peligrosas
para la integridad
física de la persona,
además, la energía
obtenida es de baja
calidad, el voltaje que
llega es inferior
ocasionando el daño de
los electrodomésticos.
Este proyecto beneficia
a las empresas, a los
usuarios, al Estado y al
medio ambiente. Con este
tipo de sistemas se
puede generar la llamada
?Energía social?, la
cual se concede a
usuarios que no tienen
la capacidad de pagar ni
siquiera un básico de
energía.
A nivel de Latinoamérica
se han desarrollado
dispositivos, de forma
similar, en Brasil,
Chile, Argentina y
México. La idea es
implementar este tipo de
sistemas en las empresas
nacionales de energía,
que son los primeros
clientes potenciales, y
ofrecerlo también en
otros países del
continente.
Este proyecto, que se
viene desarrollando hace
año y medio, es
ejecutado por la
Universidad del Valle y
Eléctricos del Valle. La
Universidad es
responsable del
desarrollo del
dispositivo, y
Eléctricos del Valle se
encarga de su
fabricación y
comercialización.