La ciencia deja poco espacio para la familia
Algo que no podrá olvidar María Elena Gómez fue cuando apareció publicada como 'profesora retrógrada' en una pancarta; cuando ella, recién graduada como física de la Universidad nacional, apenas se estaba adaptando a la idea de ser docente de la Universidad del Valle; cuando en los años 70 los estudiantes pedían aplazar los exámenes por las manifestaciones y ella, en su problemática transición de estudiante a profesora, quería actuar de manera correcta diciendo: “necesitamos formar gente y para eso hay que cumplir“.
En 1975, cuando llevaba apenas unos meses enseñando en la Universidad Nacional asistió a la convocatoria para ser docente de la Universidad del Valle acompañada por su novio, y ahora esposo, el también físico Pedro prieto, y ambos quedaron seleccionados. Precisamente este mes celebra 35 años vinculada a la Institución.
Un año después de vincularse a la Universidad del Valle, María Elena Gómez y su esposo ganaron una beca para realizar la maestría en ciencias físicas en la Universidad Nacional y a su regreso en el año 79 los dos profesores del Departamento de Física iniciaron un laboratorio de crecimiento de películas delgadas por evaporación, el cual es la base para la presentación de un proyecto de investigación, cuyo desarrollo experimental queda en manos del Profesor Luis Fernando Castro, hasta el año de 1982.
En 1979 los científicos ganaron, juntos, una beca para realizar estudios de doctorado en Alemania. María Elena Gómez tuvo que cancelar sus estudios de doctorado para cuidar de sus hijos en Cali.
La docente opina que las mujeres científicas son escasas debido a que la ciencia casi nunca deja espacio para la familia. Su caso es particular ya que su esposo es físico“y trabajamos juntos todo el tiempo, siempre con un mismo fin”.
Esta científica, la única docente mujer del Departamento de física por 20 años, continuó con la labor investigativa en películas delgadas después de presentar los resultados del primer proyecto del grupo, los cuales hicieron parte de la tesis de maestría del profesor Fernando Castro.
El Grupo de Películas delgadas, formado desde el año de 1982 con la dirección de María Elena Gómez, llevó los proyectos y resultados de las investigaciones ‘afuera’ para confrontarlos con otros, en eventos científicos y congresos, “eso fue fundamental para que el grupo fuera cada día mejor”.
Dentro de este grupo se empezó a acumular una amplia experiencia en la producción, caracterización y aplicación de capas delgadas, así como a contribuir en la formación fundamental y científica de estudiantes de pregrado y posgrado de los planes de estudios de la Facultad de Ciencias a través del desarrollo de sus trabajos o tesis de grado. Por todo esto después de más de 20 años aún permanece catalogado en la categoría A1 de grupos de investigación de Colciencias.
María Elena Gómez de Prieto fue directora del Programa de Física; en esa dirección hizo que la carrera durara 10 semestres y que los estudiantes hicieran trabajo de grado, “esos trabajos producidos impulsaron más las investigaciones, y después, la maestría estaba en marcha. El grupo de películas delgadas tuvo gran incidencia para que se aprobara la creación del doctorado en física”.
La científica opina que “una de las ventajas que se tienen en la investigación y la docencia es que tu salario y tus obligaciones no se determinan de acuerdo a tu género. No depende de tu género, depende de que tanto produces, de cuánto trabajes, investigues, impulses. Así como lo hago yo, lo puede hacer mi colega o mejor, o peor. Depende de él. Depende de qué estoy haciendo por mejorar mi hoja de vida, mi formación y mi conocimiento”.
En cuánto al día de la mujer la científica piensa que “a pesar de que en otros países aparentemente no se habla de 'machismo' existe aún en los países avanzados. La mujer tiene que luchar por sobresalir en el ámbito profesional como investigadora y científica compitiendo con sus labores como madre o esposa. Hay mujeres que solo logran éxito en uno de los dos aspectos. En ese sentido siempre se deben buscar soluciones”. Bien lo dejo en claro: “No depende de tu género, depende de que tanto produces, de cuánto trabajes. Depende de mí”. Depende de usted.
