Un periódico quincenal

Universidad del Valle

 
Edición 75 - Abril de 2009

Documental colombiano cautiva en guadalajara

Tres premios del Festival de Cine e la ciudad mexicana fueron otrogados al trabajo del profesor Antonio Dorado.

 
  Antonio Dorado en las cataratas de jirijirimo (Cortesía Fundación Proimágenes)

Cuatro años de investigación, 25 días en la selva, 50 horas grabadas, es sólo una parte del tiempo que lleva realizar un documental de la talla de “Apaporis, En busca del Río”.

El exhaustivo trabajo documental, que todavía se encuentra en de post producción, fue escogido como una de las seis mejores películas en el Festival de Cine de Guadalajara 2009 en la sección Guadalajara Construye III, una categoría que apoya las producciones que aún no están terminadas.

En el certamen cinematográfico que se desarrolló entre el 19 y el 27 de marzo. Se presentaron 38 películas y se escogieron seis para ser premiadas, Apaporis se llevó tres de los premios que entrega el festival.

Los premios son el New Art, The Lift y Titra California que otorgan recursos para destinarse a post producción como procesos de coloración, ajuste de imagen y copias subtituladas del film.

Para Antonio Dorado, aunque estos premios no garantizan que la película llegue a las salas de cine, debido a que los costos de post producción son bastante elevados, se trata de un reconocimiento y de un incentivo para mejorar notablemente los resultados.

“Apaporis, en busca del río” es un proyecto arriesgado que comenzó hace cuatro años cuando el director caleño se inquietó por “El Río”, libro de Wade Davis que recoge las memorias de Richard Evans Shultes, botánico norteamericano que permaneció en el Amazonas durante 12 años y conoció los secretos de la selva observando y aprendiendo de quienes habitan en ella.

“Es un libro maravilloso. Como me dijo Davis, “ una carta de amor a Colombia”. Es impresionante toda la información que hay sobre la riqueza del país, rodeado de selva que no vemos”, dice Antonio Dorado.

 
Cortesía Fundación Proimágenes  

Su idea inicial del realizador era recorrer con las cenizas de Shultes el río Apaporis en compañía de Davis, investigador de la National Geographic. Sin embargo, las cenizas del botánico reposan en el jardín de su esposa, y las dificultades para el ingreso a la zona, sumada a los problemas de agenda de Wade Davis, cambiaron la idea inicial del documental.

La película se desarrolla a través de la búsqueda de memoria de las comunidades a través de las fotografías que tomó Shultes durante la década de los cuarenta.

El recorrido es un reconocimiento del Amazonas para indagar qué ha pasado con las culturas indígenas y qué queda de sus saberes. Es una indagación desde la auto reflexión del director, que se internó en la selva durante 25 días, “con un equipo muy guerrero de cinco personas”, con las que afrontó las dificultades para encontrar un piloto que los acercara a la zona, para sortear los inconvenientes de seguridad de la zona por el conflicto armado y los peligros que la selva guarda.

Antonio Dorado está satisfecho por el trabajo que realizaron, pues se trató con profundo respeto las culturas de las que aún queda mucho por aprender. El prpósito siguiente es realizar la ficción "El sueño Traicionado", sobre la selva amazónica colombiana a través de la experiencia de Shultes. Por ahora, se espera presentar a los espectadores la versión final del documental que cautivó a los jurados del festival de México, para conocer lugares mágicos de la selva.

 
 
 
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