Bahía Málaga entre lo ambiental y el desarrollo regional
La Universidad del Valle realizó un estudio de factibilidad ambiental de Bahía Málaga para hacer un balance entre los beneficios socioeconómicos de un puerto de aguas profundas y los perjuicios al ecosistema.
Bahía Málaga encierra un área de aproximadamente 125 km2 con una profundidad irregular entre 12 y 15 m, en promedio. El ambiente acuático y costero de la Bahía alberga una rica variedad de ecosistemas, hábitats y especies, allí existen cerca de 1400 especies marinas y costeras, de las cuales 250 son moluscos, 237 crustáceos y 240 peces.
Bahía Málaga ha sido seleccionada como área para la conservación por la relativa buena conservación de sus condiciones naturales y por su biodiversidad. Por otra parte, dado que su canal central alcanza profundidades de hasta 30 m, se ha considerado como un área ideal para la construcción de un puerto de aguas profundas que satisfaga las proyecciones futuras del crecimiento del comercio nacional.
Este lugar es el epicentro de un debate que surge del conflicto de intereses opuestos, entre aquellos que buscan conservar el medio ambiente en su estado natural y aquellos que buscan mejorar la infraestructura portuaria y la capacidad para el comercio internacional. Sin embargo, el debate se agudiza cuando se detecta la ausencia de una política de Estado en torno al quehacer en el Pacífico.
Ante el conflicto, la Universidad del Valle fue convocada para realizar un estudio de prefactibilidad ambiental y social sobre la compatibilidad entre la construcción y operación de un puerto de aguas profundas y la conservación de las condiciones naturales de Bahía Málaga. Esta determinación estuvo motivada en gran parte, por el reconocimiento de la Universidad, como una de las instituciones que más estudios ha realizado en la región, desde el inicio de su intervención en la zona, en 1966.
La Universidad del Valle reunió a profesionales expertos en diversos aspectos relacionados con el ambiente físico, la vida marina y costera y los procesos sociales del Pacífico colombiano y específicamente del área de Bahía Málaga. Este grupo recopiló y actualizó la información existente y realizó un análisis, considerando los impactos sociales y ambientales que podrían ocurrir durante y después de la construcción de un puerto, así como las correspondientes medidas de mitigación que se requerirían para minimizar esos impactos asumiendo cuatro escenarios diferentes.
Cada escenario se definió como la descripción de una situación futura construida a partir de una trayectoria de eventos que permiten pasar de una situación actual a un imaginario futuro.
El primer escenario corresponde a la situación del Parque Nacional Natural de Bahía Málaga. Bajo este escenario se impedirían actividades como agricultura, caza, pesca y explotación maderera, y muy probablemente se restringirá la investigación científica.
El segundo escenario corresponde al desarrollo de un puerto convencional de aguas profundas. El puerto tendría un área total para operaciones de 930.000 m2, adyacente a los terrenos de la base naval. Este escenario sin ningún tipo de medidas ambientales puede implicar la reducción de la biodiversidad, la disminución de presencia de ballenas del área y problemas sociales de desplazamiento y ocupación desordenada del territorio. Esta situación sería a todas luces la menos deseable.
El tercer escenario corresponde al desarrollo de un Eco-puerto simultáneamente con el establecimiento de un Parque Nacional Natural. Este escenario permitiría el desarrollo portuario pero con la implementación de medidas ambientales que implicaríanrestricciones de navegación en el canal norte, donde existe la mayor abundancia de ballenas.
El cuarto escenario corresponde al desarrollo del Eco-puerto de aguas profundas integrado a otras figuras administrativas de conservación de Áreas protegidas como, por ejemplo, un Distrito de Manejo Integrado y un Santuario de Fauna y Flora. Esta propuesta permite la realización y operación del puerto, además de permitir la participación de las comunidades en las decisiones sobre el uso de los recursos naturales y del territorio, ambos claves para los habitantes de la región.